Es un concepto relativamente nuevo y todavía con poca repercusión entre los medios especializados. Aún así, existen proyectos en marcha para ofrecer productos y servicios que, mediante la gamificación, ayudan a reducir nuestro impacto sobre el medioambiente.
Por ejemplo, la compañia Greenbean Recycle, que cuentan con un producto al que denominan Social Recycling Platform, que proporciona al usuario, entre otras cosas, realimentación instantánea sobre los kWh que ha ayudado a reducir.