Casi 5 billones de colillas al año, estima la OMS, son tiradas al suelo y acaban contaminando tierra y agua, además de los gastos en limpieza de las vías públicas que ocasionan. Cuando puedes llegar a pensar que se trata de una batalla perdida encuentras ejemplos, como el del Ayuntamiento de Almazán, de “nudgets” o pequeños empujones, que modifican el comportamiento de las personas y acaban logrando el objetivo deseado, que es mantener limpio el entorno. Tan sencillo y a la vez complejo como hacer la pregunta adecuada.