Los serious games y las actividades gamificadas tienen en común el objetivo básico de cambiar (para mejor) el comportamiento de los participantes. En el contexto de una actividad con cierta flexibilidad respecto a equivocarse (una actividad, hasta cierto punto, lúdica), la realimentación del desempeño y las técnicas adecuadas de recompensa/castigo son herramientas clave para conseguir cambios de comportamiento a largo plazo. Mike Stout escribe un post interesante en Gamasutra ahondando en los tipos de recompensa/castigo más apropiados.
