El chicle es un residuo que puede tardar hasta 25 años en endurecerse para acabar convirtiéndose en polvo y su limpieza de los espacios públicos requiere grandes cantidades de agua, productos químicos y esfuerzo. Gumshoe es la empresa que utiliza chicles despegados de las calles holandesas como materia prima para fabricar estas zapatillas. Vía El País.