La imagen que acompaña a este post, publicada en abril de 2016 en la web Geek&Poke, sigue resumiendo perfectamente el estado actual de la implementación de Agile en las empresas. Es posible que algunas empresas haya más “rectángulos rojos”, pero el problema es el mismo: los silos.
En este contexto, los silos, o “islas”, se corresponden con los grupos o áreas funcionales de la estructura de la empresa que se gestionan y evolucionan de manera independiente al resto. Mientras que tener grupos autogestionados es una de las herramientas fundamentales para implementar Agile, no hay que perder de vista el medio/largo plazo en la evolución de la misma implementación. La parte negativa de los silos independientes es que se limita la capacidad de aprender, de evolucionar.
Para mitigar el efecto de los silos autónomos, se debe implementar un mecanismo global, que involucre a la mayor parte posible de la organización, para compartir conocimiento, experiencias, ideas…