¡Sorpresa!

La sorpresa es una herramienta poderosa. En función de cómo se use, puede inducir o sugerir palabras tanto positivas como negativas (“miedo”, “asco”, “hermoso”, “impresionante”,…). Bien usada, puede convertirse en un envoltorio eficaz para mejorar el engagement de clientes o empleados, o para inducir conexiones entre conceptos positivos y una marca.

Un ejemplo es la siguiente imagen. Tras la sorpresa inicial, ¿cuál es el concepto positivo que se pretende vincular a la marca?

Duchas Sprite

Solución: la frescura / lo refrescante.

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