Desde que se puso de moda la metodología Lean Startup, aplicación del Lean Manufacturing al desarrollo de ideas de negocio, muchos han hablado de MVP y pocos lo aplican correctamente.
La mayoría se centra en generar el menor conjunto de especificaciones que creen que debe tener el producto final. El MVP tampoco es una excusa para construir un producto de baja calidad.
La definición de Producto Mínimo Viable (MVP, por sus siglas en inglés) incluye el concepto clave: generar conocimiento validado. Es decir, aprender. ¿Y aprender sobre qué? Fundamentalmente, sobre cómo los usuarios utilizan tu producto en un entorno real, qué usan más y qué menos. De esta manera puedes tomar decisiones informadas sobre el futuro del producto o de tu negocio.