Justo 264 millones de dólares, el coste que tuvo la sonda Génesis, que en 2004 se estrelló en el desierto porque los acelerómetros que hacían abrir los paracaídas y provocar el frenado, se montaron al revés. Detectado el error, se optó por un poka-yoke, rediseñando dichos acelerómetros de forma que fuese imposible un montaje incorrecto, tal y como nos sucede cuando queremos insertar un puerto USB. Vía microsiervos.com.