ISO 9001:2015, en su apartado 5.1.1 Generalidades, nos dice expresamente que la alta dirección de la empresa debe demostrar “liderazgo y compromiso” respecto al sistema de gestión de la calidad. Nos parece especialmente adecuada la introducción del concepto de liderazgo, recordemos que en la versión de la norma de 2008 sólo se requería “evidencia de compromiso” con el desarrollo del sistema de calidad por parte de la dirección de la empresa.
Seamos serios, la implementación de un sistema de calidad y la creación de una cultura del buen hacer en la empresa, si no es liderada, promovida e impulsada por la alta dirección, está condenada al fracaso o a algo peor aún, a disponer de un sistema de calidad meramente formal, ajeno a la operativa diaria de la empresa, para cuando nos visite el auditor. Y todos queremos lo mejor para nuestro negocio, ¿verdad?