Al introducir cambios en el personal implicado o en la tecnología usada en los procesos, es posible que se produzca algún tipo de impacto sobre la calidad de nuestros productos o servicios. Por ello, en su artículo 8.5.6, ISO 9001:2015 establece la obligatoriedad de revisar, controlar y guardar registro de todas aquellas modificaciones que afecten a nuestros protocolos de trabajo. En este post de Euroquality Consulting encontrarás los diferentes pasos para gestionar de manera adecuada el cambio y los puntos de la norma en que se habla del control del mismo.