El punto 9.1.3 de ISO 9001:2015 nos dice que la organización debe analizar y evaluar la información recopilada en los procesos de seguimiento y medición. Este proceso de análisis es fundamental, la recogida de datos en sí misma carece de valor si no somos capaces de estudiarlos y de extraer las conclusiones en que se basará la futura gestión de nuestro negocio. Así la norma nos indica que debemos centrarnos en:
- La conformidad de los productos fabricados o el servicio prestado.
- La satisfacción de nuestros clientes.
- El nivel de cumplimiento y eficacia de nuestro sistema de calidad.
- El nivel de eficacia de nuestra planificación.
- La eficacia de las acciones tomadas para abordar los cambios.
- El desempeño de los proveedores.
- La necesidad de mejora del sistema de gestión de la calidad.
Esta lista establece un mínimo indispensable, podemos y debemos incluir en nuestro análisis cualquier otro dato que consideremos necesario para desarrollar nuestra actividad de la mejor manera posible porque, y debemos ser muy conscientes de ello, para poder tomar las decisiones adecuadas, debemos realizar una buena gestión de la información.