Lo decíamos la semana pasada, ISO 9001:2015 establece la necesidad de planificar acciones para abordar los riesgos y oportunidades a los que debe enfrentarse la organización. Pero, ¿exactamente qué es lo que debe planificarse? Debemos tenerlo muy presente, ya que se trata de un requisito de obligado cumplimiento:
- Las acciones propiamente dichas. Debemos considerar que dichas acciones deben ser proporcionales a su impacto potencial en la conformidad de productos y servicios prestados por la organización. Añadimos aquí que la proporcionalidad también debe considerarse de cara a evitar costes excesivos o infrautilización de recursos con unas medidas totalmente fuera de lugar.
- La metodología para integrar las acciones en el sistema de gestión de la calidad. Estas acciones no pueden permanecer al margen del sistema de gestión, la necesidad de integración implica que se trata de actividades coherentes con el resto del sistema de calidad.
- La manera para evaluar la eficacia de dichas acciones, ya que, si no se mide, es imposible comprobar resultados.