Dentro de ISO 9001:2015, el proceso tras la entrega del producto o servicio al cliente se encuentra regulado en el artículo 8.5.5 “Actividades posteriores a la entrega”. La norma nos dice que debemos tener presentes, al determinar su alcance, los siguientes aspectos:
- Los requisitos legales y reglamentarios.
- Los efectos potenciales no deseados.
- Naturaleza, uso y vida útil previstos.
- Requisitos del cliente.
- Retroalimentación del cliente.
A título de ejemplo dentro de las actividades posteriores a la entrega podemos considerar la garantía, los servicios de mantenimiento, el reciclaje y la disposición final. No debemos olvidar que estas actividades forman parte de nuestros procesos y que es necesario establecer un control adecuado de las mismas, debiendo implementar protocolos adecuados para el tratamiento de incidencias y reclamaciones.