Definir cada uno de los procesos de tu negocio y sus interacciones, sistematizarlos, mejorarlos o incluso eliminarlos si en realidad no te aportan valor forma parte del denominado “enfoque a procesos de ISO 9001”. Conocer y gestionar de forma adecuada tus procesos te permite:
- Entender y ser coherente en el cumplimiento de los requisitos demandados por tus clientes.
- Considerar su valor añadido ya que son los que te permiten optimizar la gestión de tu negocio.
- Desempeñarlos de forma eficaz.
- Mejorarlos, basándote en el análisis de datos objetivos.
- Comprender las interrelaciones entre ellos, entender que forman parte de un sistema mucho mayor y que no se trata de entes aislados.
Trabajando sobre cada una de las partes del sistema conseguiremos una mejora global del mismo.