Uno de los principales efectos colaterales de los parques eólicos es la mortalidad provocada en aves. En 2009 la compañía E.ON puso en marcha un proyecto por el que se procedería a la monitorización con radares portátiles vía satélite de aves controladas entre los meses de agosto y noviembre, que es cuando se produce el periodo migratorio, para proceder a paradas controladas de los aerogeneradores. El resultado, mortalidad 0 en el parque eólico de Barao de Sao Joao. Vía evwind.com.