En contraposición a la fast fashion, ropa muy económica, de baja calidad, concebida para un uso muy limitado el en tiempo y generadora de gran cantidad de residuos, la slow fashion propone comprar menor cantidad de ropa, pero de mayor calidad, mantener las prendas más tiempo en uso e incluye el respeto y la conservación de materias primas orgánicas y éticas, así como un intento de preservar las tradiciones y materiales locales. Los requisitos para ser una prenda slow, en esta infografía de SoGoodSoCute vía proyecto333.org.