Aunque nacieron en mundos diferentes, son la pareja perfecta para la gestión de todo tipo de proyectos.
Tanto Scrum como Kanban se consideran metodologías ágiles de gestión (o de gestión ágil) cuya premisa común es la de una rápida adaptación al cambio. Para poder adaptarse al cambio, se necesita medir la evolución de las tareas de un proyecto. Es aquí donde se diferencian: mientras Scrum mide en ciclos, Kanban lo hace continuamente.
Otra diferencia fundamental consiste en la facilidad para tener una perspectiva global del proyecto, en lo que Scrum supera a Kanban.
Sin embargo son estas diferencias las que hacen que el tándem Scrum-Kanban sea la herramienta perfecta para la gestión de proyectos: con Scrum dividimos en ciclos el desarrollo de un proyecto y con Kanban gestionamos las tareas asignadas en cada ciclo.
Para una información más completa, aconsejamos el libro “Kanban y Scrum, obteniendo lo mejor de ambos”, traducido al castellano por proyectalis y que puede descargarse pulsando en la imagen a continuación.