Hay una palabra que estoy deseando dejar de escuchar. Un anglicismo por méritos propios. Me refiero a micromanagement. Por si hay alguien que aún no conozca el término, se emplea para referirse a una persona con un cargo de responsabilidad y que no sabe delegar tareas. La consecuencia más común, pero sobre todo más grave, es que provoca la desmotivación de las personas que tiene a su cargo. Y es muy difícil de corregir. La motivación es el “Santo Grial” de los departamentos de Recursos Humanos de las empresas.
El primer paso es asumir que todos podemos caer en el pozo del micromanagement. El segundo es darse cuenta de que hay maneras de salir y de evitar volver a caer. En Entrepreneur hay un interesante artículo de Sandrine Dupriez con las claves para detectar si practicas el micromanagement y para mejorar como líder.
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