En la gestión de nuestro negocio podemos equivocarnos multitud de veces a lo largo de la jornada. Lo que resulta imperdonable es ser consciente de ello y no tomar las medidas para corregirlo. Permítete equivocarte, eres humano, pero oblígate a enmendar el fallo.
“Tener que cambiar” es fruto de la necesidad de dar respuesta a una situación de emergencia, así que ¿no es mejor optar por hacerlo de forma planificada, pausada y sin incurrir en costes innecesarios? Empieza a considerar el cambio como “mejora contínua”.
No hay atajo posible.
En realidad, diferenciarte de tu competencia tampoco es tan complicado.
Es dotar a tus productos o servicios de la mayor calidad posible.
Nunca subestimes la importancia de un clima laboral y un entorno de trabajo adecuados.
El aprendizaje y la formación, en sí mismos, no sirven para nada si luego no somos capaces de enfocar el conocimiento adquirido para mejorar.
De “El arte de la guerra” se tienen noticias en el siglo VI A.C. ¿podrás encontrar una frase más orientada a la mejora continua y a la innovación que ésta?
Hasta para iniciar una revolución, y esto es independiente del posicionamiento político de cada uno.
Palabras y papel pueden ser los soportes perfectos para una idea, pero hasta que no la lleves a la práctica se queda sólo en un concepto. Así que superemos el “Plan” y pasemos al “Do”.
Planificar, hacer, verificar y actuar, es la estrategia ideada por Deming para la mejora contínua. Nuestra frase de hoy va dedicada a todos aquellos que necesitan un empujón para pasar de una fase a otra.
Cada vez que se te ocurre una idea, dejas lo que estás haciendo y te pones inmediatamente manos a la obra.